Filosofía japonesa Kaizen.
El término Kaizen o regla del minuto se construye en japonés con dos palabras: kai (cambio) y zen (sabiduría). Significa «buenos cambios» y mejora continua en la vida personal, familiar, social y laboral. Si bien esta filosofía se aplicó en sus inicios al mundo laboral, poco a poco se ha ido introduciendo en todos los aspectos de la vida.
El Método Kaizen, creado por Masaaki Imai, propone por un progreso haciendo pequeños cambios, pero constantes, en lugar de una ruptura radical. Las pequeñas acciones, realizadas sin prisa pero sin pausa, representan un desafío menor que podemos conseguir casi de manera inconsciente.
Este sistema es una herramienta para la mejora de nuestra calidad vida, donde la mejora se convierte en un proceso continuo, no en un logro puntual. El éxito se consigue con el tiempo y la constancia, mediante un compromiso a largo plazo.
Pasos del Método Kaizen.
Los principios básicos de mejora continua incluyen:
Aprendizaje continuo: siempre es un buen momento para seguir aprendiendo cosas nuevas. El mundo avanza y nuestra mente también.
Centrarse en lo factible: en lugar de pensar en lo negativo, mantén tu mente en las cosas positivas y en las que puedes lograr.
Dejar de poner excusas: no te detengas, empieza a actuar y avanza poco a poco.
No buscar la perfección: abandonar o renunciar puede ser un fracaso, pero buscar la perfección y errar por el camino nos prepara para el fracaso.
Corregir los errores: cuando te encuentres con problemas, párate, busca una solución y sigue hacia adelante.
Evolucionar: debes reconocer un desafío como una oportunidad de progresar y evolucionar. Aprende a superar los obstáculos.
Preguntar: si comprendes el porqué de las cosas aumentan tus conocimientos. Si no entiendes algo, pregunta.
Ten presente que una pequeña transformación diaria es una gran evolución a largo plazo. Es mejor priorizar las mejoras pequeñas pero constantes que las grandes transformaciones.
El Método Kaizen nos aleja del miedo a los cambios porque, como estos son pequeños, la angustia a fallar es menor. Asimismo, estamos más motivados frente a retos pequeños que frente a gestas imposibles. Y siempre será mejor prevenir un problema que solucionarlo.
Ejemplos del Método Kaizen.
Empieza por realizar una determinada tarea durante un minuto al día, todos los días y, si puedes, a la misma hora.
Bajar de peso: deja los pequeños vicios insanos, como las bebidas azucaradas o el picoteo entre horas. Estos gestos te ayudarán a bajar de peso y a interiorizar hábitos más saludables.
Aprender idiomas: lee cada día palabras en la lengua que quieras aprender (blogs, novelas breves) y busca el significado; escucha la radio o mira la tele en ese idioma.
Hacer ejercicio: si quieres correr una hora al día, empieza corriendo 1 minuto todos los días a la misma hora. En 7 días estarás listo para correr 5 minutos seguidos, y así sucesivamente, hasta que llegues a la hora que te has propuesto.
Hacer limpieza: hacer la cama u ordenar la ropa son actividades que no requieren más de 60 segundos. El Método Kaizen te anima a que no dejes de hacer este tipo de acciones rutinarias y las asumas como un hábito.
«Hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy», Kaizen.
Fuente: AXA Health Keeper. Dr. Pedro Luis González.
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