En una movida agresiva, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, en la jerga financiera) dio vuelta la página al ajuste más agresivo del último medio siglo que desplegó para doblegar la inflación que dejó la pandemia del coronavirus, e inauguró una nueva era de recortes en su tasa de interés, la que estaba en el nivel más alto en los últimos 22 años, con una fuerte baja de 50 puntos básicos (0,5%), para dejarla en el 4,75-5%.
La decisión, ampliamente esperada por los mercados, abrió una nueva etapa para la Fed, que dicta con sus decisiones el ritmo de la primera economía global: la lucha frontal contra la inflación quedó en el pasado, y el banco central norteamericano pasará ahora a prestarle más atención a preservar el crecimiento y la bonanza económica.
“Esta decisión refleja nuestra creciente confianza en que, con una recalibración adecuada de nuestra postura política, se puede mantener la fortaleza del mercado laboral en un contexto de crecimiento moderado y una inflación que se reduzca de manera sostenible hasta el 2%”, explicó el Presidente de la Fed, Jerome Powell, en una conferencia de prensa posterior al anuncio.
La medida adoptada por la Fed, un recorte más profundo de lo habitual, pero aún así en línea con lo esperado por el mercado, responde a un cambio de tendencia en la economía norteamericana que ha sido más nítido en los últimos meses: las empresas comenzaron a enfriar sus contrataciones y el desempleo comenzó a trepar levemente subiendo al 4,2% en agosto desde un piso del 3,7%, mientras que la inflación ya perforó el piso del 3% anual - la había alcanzado un máximo del 9,1% en junio de 2022 y todo indica que seguirá disminuyendo. La Fed, ahora, busca evitar que ese enfriamiento se convierta en una recesión.
Al anunciar su decisión, los directores del comité de la Fed que define la política monetaria afirmaron en su comunicado que la actividad económica se expande “a un ritmo sólido”, pero la creación de empleo “se ha desacelerado y la tasa de desempleo ha aumentado”, aunque sigue siendo baja. La inflación, agregaron, sigue moviéndose en la dirección correcta y ahora el comité “ha ganado mayor confianza” en alcanzar el objetivo del 2% anual que mantiene el banco central norteamericano, una novedad que también explica el giro en la política monetaria.
Los directores de la Fed prevén continuar con los recortes de tasas en las próximas reuniones, según sus proyecciones, que anticipan además un enfriamiento mayor de la economía norteamericana.
Durante su conferencia de prensa, Powell rechazó la idea que la Fed ahora esté intentando ponerse al día y corriendo a la realidad económica desde atrás, una crítica que la Fed recibió cuando comenzó a subir la tasa demasiado tarde, según sus críticos para combatir el alza del costo de vida. Y dijo que no ve nada en la economía que sugiera una probabilidad elevada de una recesión.
“No creemos que estemos rezagados”, dijo Powell. “Creemos que es oportuno, pero creo que se puede tomar como una señal de nuestro compromiso de no quedarnos atrás”, completó.
"Los futuros de Wall Street suben en la primera reacción a la decisión de la Fed (US100); el dólar estadounidense pierde, con el EUR-USD subiendo casi un 0,5% escapando de la zona de consolidación, por encima de 1,117. Los mercados ven la decisión de hoy como moderada, especialmente dadas las últimas lecturas bastante sólidas de la economía estadounidense. El modelo NOW del PIB de la Fed indica un aumento del PIB de casi el 3% para la economía estadounidense en 2024, mientras que la inflación está cayendo impulsada por los precios más bajos de la gasolina; los mercados pueden ver mayores probabilidades de un escenario de aterrizaje suave. En efecto, los mercados también pueden apostar por un ciclo de tasas bastante agresivo de la Fed y una "historia de éxito" en la que se supere la inflación y las tasas caigan rápidamente a niveles neutrales."
El financiamiento del saldo de las tarjetas de crédito sigue la tasa de referencia de la Fed, al igual que los préstamos para el consumo, la compra de automóviles o las hipotecas. Un ejemplo: antes de que la Fed comenzara a subir la tasa, el costo promedio para una hipoteca a tasa fija a 30 años llegó a estar en un mínimo histórico del 2,65%, según información del mercado; ahora, está cerca del 8%.
La inflación y la economía en general aparecen al tope de la lista de problemas más importantes en la mente de los norteamericanos, apenas superados por la inmigración, que encabeza el ranking, según Gallup. Paradójicamente, aunque la inflación está en franco retroceso, la preocupación por los precios se mantiene inalterable, una muestra del golpe que el alza del costo de vida ha tenido en el día a día del país.
Powell desestimó la idea de cualquier consideración política en la decisión del comité.
“Esta es mi cuarta elección presidencial en la Reserva Federal, y, como saben, siempre es lo mismo. Siempre vamos a esta reunión en particular y nos preguntamos: ¿qué es lo correcto que hay que hacer para la gente a la que servimos? Y lo hacemos, tomamos una decisión como grupo y luego la anunciamos, y siempre es así”, describió. “No ponemos ningún otro filtro, creo que si empiezas a hacer eso. No sé dónde paras y, por lo tanto, simplemente no lo hacemos”, cerró.
Fuente: La Nación, Rafael Mathus Ruiz - Corresponsal en USA.
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